Pérdida total de un auto: ¿Qué significa y qué debes hacer?

Tener un vehículo es una gran responsabilidad. Cuando manejas, debes estar alerta a lo que pueda ocurrir en el camino porque, en ocasiones, no se trata solo de que tú conduzcas correctamente, sino que también lo hagan los demás que están en la vía. 

Una de las primeras decisiones que deberías tomar al momento de adquirir un coche es comprar un seguro de auto. No se trata de creer que algo malo va a pasar, sino más bien ser precavido y cubrir los posibles daños materiales que se puedan presentar en caso de que ocurra algún percance. 

Uno de esos eventos inesperados es la pérdida total de un auto. Esto ocurre cuando los costos de reparación del vehículo asegurado, incluyendo las refacciones y la mano de obra, superan el porcentaje indicado en la póliza, o cuando se exceden los plazos establecidos para la recuperación del auto.

Generalmente, existen 3 situaciones en las que un auto puede ser declarado como pérdida total:

1. En caso de accidente: dependiendo de la aseguradora, se puede considerar pérdida total cuando los costos de reparación de los daños oscilan entre el 50 % y 75 % del valor del vehículo. Esto ocurre cuando el siniestro afecta la totalidad del automóvil o perjudica partes esenciales para su funcionamiento. 
   

2. En caso de robo: aplica si después de un plazo de 30 días, el auto no es recuperado por las autoridades. La pérdida total se puede reclamar después de 15 días naturales de haber hecho la denuncia y si el vehículo se encuentra con daños que superan la proporción establecida por la aseguradora. También es necesario que se presente la averiguación previa, certificada por el Ministerio Público.
   

3. En caso de desastre natural: en circunstancias como terremotos, tormentas, erupciones volcánicas o huracanes, cuando el vehículo asegurado sufre daños por aplastamiento, incendio o inundación.

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Es importante que tengas en cuenta que, según algunas condiciones generales de las pólizas que se adquieran, las compañías de seguros no están obligadas a indemnizar al propietario del vehículo.

Un ejemplo de ello es que el accidente automovilístico ocurra durante un acto vandálico o una actividad que no esté permitida en los reglamentos de tránsito.

Hay otros casos en los que el asegurado tiene la posibilidad de contar con un auto sustituto para que pueda movilizarse mientras obtiene uno nuevo o es reparado el suyo.

Existen tres formas de calcular la indemnización por pérdida total del vehículo. Veamos a continuación los casos que se presentan:

1. Valor comercial: toma en cuenta el valor que tiene el coche en el mercado al momento del siniestro. En este caso se tiene como referencia la Guía CESVI. Esta fuente oficial es actualizada mensualmente y se utiliza en toda la República de México por conductores de autos, motocicletas, gobiernos, compañías de seguros e instituciones financieras.

2. Valor convenido: es acordado por el asegurado y la aseguradora al momento de contratar el seguro de auto. Este valor máximo de indemnización se aplica cuando los autos tienen más de 20 años de antigüedad, debido a que el precio de comercialización en el mercado es más bajo.
   

3. Valor según la factura: se corresponde con lo que dice la factura de compra del automóvil, una vez que salga de la agencia. Esta opción suele usarse en coches con menos de dos años de antigüedad.

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Es muy importante que te informes muy bien sobre las sumas aseguradas para que tomes la mejor decisión al momento de escoger una póliza de seguro.

En Crabi te ofrecemos diversos planes de seguros de autos con coberturas muy robustas, que se pueden personalizar, y a precios justos.

Al momento de necesitar una indemnización por pérdida total de un auto, deberás comunicarte con la compañía de seguros y consignar una serie de documentos para que proceda el caso.

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En Crabi brindamos un acompañamiento cercano y nos ponemos en contacto con nuestros clientes para explicarles el proceso y la documentación necesaria, la cual puede incluir: 

1. Factura original y, en caso de haber tenido más de un propietario, copia de las facturas consecutivas anteriores a la original, así como los endosos correspondientes.
2. Tarjetón del Registro Federal de Vehículo.
3. Comprobantes de pagos originales del impuesto sobre la Tenencia o Uso de Vehículos de los cinco años anteriores a la fecha del siniestro.
4. Constancia del trámite de baja de las placas.
   

Prepararte con tiempo, comprar una póliza de seguro, conocer las condiciones que aplican en caso de pérdida total y tener a la mano el número de contacto de tu aseguradora, te ahorrará muchos dolores de cabeza en caso de una emergencia.

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